Torre sur- Habitaciones de cayo

Sonreí. No siempre lo encontraba con tiempo libre.
Con mis fríos y blancos dedos acaricié su cara y lo besé una vez más.
-Si alguien llega a entrar por aquella puerta, lo mato.

Empecé a sacarle la capa y luego aquel chaleco que llevaba puesto.
Puse mi frente contra la suya y lo besé, aunque lo mordí sin querer.
En ese instante no pude evitar de ese día en el campo, aquel día en el que me convertí en vampiro. Recordaba con claridad el frío sobre mi frágil cuerpo, estar repleta de nieve, entrando en hipotermia.

cuando ella me quito la capa y el chaleco para luego besar mis labios, le quite la capa que tenia obstruye, su hermoso cuerpo ella seguía tan hermosa.Como el día en que la encontre en ese lugar apunto de morir, la llebe para la cama y empece a besar su cuello y asta su vientre- te amo athenadora- con una mirada picara.

Me deje manejar a su gusto. Cuando pronunció aquellas palabras hablé con un tono suspicaz.
-¿En serio? Yo no.
Obviamente era una broma, pero lo dije de un modo tan convincente...a veces se me daba bien la actuación.

mire a los ojos a mi hermosa athenadora y sonrrei por lo que me dijo- así que la señorita esta graciosa- mientras seguía besándola asta llegar a su parte baja y así apoderarme de ella pero un olor me desconsentro. De mi objetivo pero ese olor paso de largo asi que le dije- sigamos amor, haciendo travesuras.- sonrrei picaramente.

después de tanto correr llegue a la habitación, del amo cayo ya que el amo aro me dijo que podía pedirles ayuda a cualquiera, toque la puerta esperando que el me abriera y que marco no viniera atrás de mi. Espere que el amo cayo me abriera.

estaba de lo mejor en la intimidad, con mi mujer cuando alguien toca la puerta de nuestra alcoba me coloque una bata, de seda y vaje la escalera que da a la sala de estar coloque la mano en el pomo de la puerte y gire la manilla cuando abro veo a la favorita de aro ella me abraso parecia triste, que la entre a la sala de estar y le dije-

hizaki, que es lo que ocurre no estabas con marco, te iso algo pequeña- mientras trataba de tranquilisarla-hay que buscar a aro el sabrá que hacer con el- tome su rostro y una marca en su rostro me llamo la atención era una herida evidente y luego vi las demas marcas- te llevare con aro, el no puede tratarte asi.- me fui a cambiar y me coloque mi capa roja y me fui a con aro cargando a hizaki en brasos

Gruñí por la interrupción.
Me puse la capa encima, y me quedé ahí, como una estatua sin moverme.
Vi que era la niña de Marco, por lo que me puso de mal humor y le dirigí una mirada fulminante.
Me sorprendió tanto ver a Cayo tan dulce y delicado con ella, por lo general solía ser rudo, sádico, sin que le importen los demás. Algo anda mal...

mire a mi hermano aro y vi como se asercaba a hizaki para consolarla de alguna menera- Aro, es hora de terminar con todo esto, marco esta pasandose de la raya al tratar asi a hizaki- tomando la mano de la chica- hizaki... te quedaras con athenadora mientra voy con aro- la deje de abrazar y la deje recostada un sillon tapándola con una manta- mire a mi esposa- cuidala, amor- me fui con mi hermano.

Fulminé a Aro con la mirada. No me gustaba que sea así, no me gustaban los nuevos miembros de la guardia y mucho menos que dejen a esa chica ahí donde yo estaba.
-No me quiero quedar. No disfruto su parecencia. -Dije un poco reacia, mirándola de reojo.